Buenas tardes lectores y lectoras.
Esta mañana, gracias a mi grupo de voluntariado, me llegó un vídeo que me llamó bastante la atención, puesto que había sido realizado en una de las fiesta que a más estudiantes puede mover en Badajoz, la Fiesta de la Primavera.
Cuando comencé a ver el vídeo y atendía a las preguntas que les realizaban a los y las jóvenes, me hice una idea de las grandes barbaridadesque iba a escuchar pero, sinceramente, no pensaba que iban a alcanzar dicho nivel.
Verlo me ha hecho sentir frustrada, y seguro que os preguntaréis el por qué. Por eso os invito a que lo veáis y así entandáis lo que comento.
En primer lugar, me ha parecido que estas personas aún no entienden de humanidad, lo que me da qué pensar. Me da vergüenza que la sociedad en la que nos estamos desarrollando tenga esos pensamientos, pero aún me das más pena que esta mentalidad la tengan personas tan jóvenes cuando se supone que los juventud tiene la mente más abierta, ¿no?
Escuchar que ellos y ellas prefieren que parte de nuestros impuestos vayan destinados a la realización de más fiestas, en vez de a ayudas (en este caso para el colectivo refugiado) me parece indignante, ya que serían para ayudar a personas tan humanas como ellos y, por supuesto, con los mismos derechos..
Y mejor ni hablar de cuando les preguntan sobre jugadores de fútbol. Según estos chicos y chicas, el que un jugador salga de su país para ir a jugar a otro sí puede hacerse porque es para ganarse la vida. Entonces, ¿y los refugiados yrefugiadas que, a parte de salir de su país para eso, salen por amenazas, porque tienen verdaderas necesidades de irse? Según estos jóvenes,¿ no tienen derecho ellos a ganarse y conservar su vida? Dando un paso más, una persona que no se encuentra en amenaza pero quiere irse para mejorar su situación económica: ¿tendría derecho a hacerlo?
Cosas como estas, son las que nos hacen abrir los ojos y ver los verdaderos intereses por los que se mueve la sociedad. Cuando hablamos de personas refugiadas, hablamos de seres humanos de todas las edades. No se trata sólo de personas mayores y adultas, sino también de cientos de niños y niñas que se encuentran en la obligación de salir de su país. Y os aseguro que no es fácil dejar tu vida a un lado. Ya que eso es en lo que consiste huir: en sentir la obligación de dejar a familiares, una casa, unos recuerdos... y comenzar todo desde cero.
¿Cómo os sentiríais vosotros si de hoy a mañana os veis obligados a salir y dejarlo todo atrás?
Seguro que tambíén pediríais asilo, y os gustaría que os ayudaran allí a donde fueseis. Pues imaginad por unos minutos que vosotros sois ellos. Estoy segura de que muchos cambiaríais vuestra forma de pensar.
