De vez en cuando, aparece en las noticias de las cajas tontas de occidente una noticia terrible sobre la situación de la mujer en diferentes países. Lapidaciones, niñas obligadas a casarse con sus violadores, ataques con ácido por los más absurdos motivos... Pero, encerrados en nuestra falsa y feliz estabilidad, tendemos a olvidar este tipo de realidades entre noticia y noticia, lo cual nos da la sensación de que son hechos puntuales, terribles excepciones en medio de la vida cotidiana.
¿El problema? Sólo nos llegan noticias de los actos más terribles que nos escandalizan y que gota a gota, a largo plazo a muchos nos insensibilizan. Sin embargo, no hay que olvidar la dura realidad que hay detrás de estos hechos puntuales (o no tanto), la asfixiante cotidaneidad para las mujeres en muchos países en los que sufren una discriminación continua y legitimizada por el simple hecho de haber nacido niña.
A veces, para evitar olvidar estas crudas verdades, viene bien insuflarnos un poco de visión directamente en el ojo del huracán. Por ejemplo, el otro día tuve la suerte de encontrarme en la televisión pública una película francamente preciosa que trataba sobre el día a día en uno de estos países.
La bicicleta verde (Wadjda, 2012) narra la historia de una niña de Arabia Saudí. Wadjda es una chica entusiasta, tierna y ambiciosa. Comprarse una bicicleta pasa a ser su principal objetivo, pero no le resultará nada fácil porque una bicicleta "no es un juguete para chicas". Ignorando a todo el que la intenta convencerla de no hacerlo, Wadjda hará todo lo que esté en su mano para conseguir esa bicicleta verde.
La pelícua, que ha contado con numerosas buenas crítica y ya se ha hecho con cinco galardones, es absolutamente recomendable. Para mí, un cuatro sobre cinco.
Fuentes:
http://www.filmaffinity.com/es/film843847.html
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/06/22/actualidad/1371917315_098002.html
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